La leishmaniasis canina es una enfermedad parasitaria que afecta fundamentalmente al perro, que es transmitida por la picadura de un mosquito, que tiene una incidencia bastante alta en Ibiza y que puede transmitirse a los seres humanos. Por todo esto es una enfermedad que debemos combatir activamente por tres frentes: la prevención de la picadura de los mosquitos mediante repelentes de mosquitos, el desarrollo de una inmunidad eficaz en el perro para que en el caso que se produzca el contagio sea capaz de defenderse y mediante el tratamiento de todos los animales infectados para reducir al máximo posible la diseminación de la enfermedad.

‘El Veterinario en la SER’, Fernando Ribas, nos ha hablado esta semana sobre la aparición en el mercado de una nueva vacuna contra la leishmaniasis, sus características, su eficacia y su seguridad.
Hace ya 4 años apareció en el mercado la primera vacuna contra la leishmaniasis canina, es una vacuna que previene el contagio de la enfermedad con aproximadamente un 70% de eficacia pero que tenia un porcentaje de efectos secundarios importante, si bien es verdad que estos efectos secundarios se limitaban a reacciones locales exageradas se generó una corriente de opinión en contra de esta vacuna, que levantó importantes debates entre los propietarios de perros y también en el colectivo veterinario.
Además existían una serie de limitaciones en la aplicación de la vacuna, debe ponerse en mayores de 6 meses y no debe aplicarse en mayoras de 8 a 10 años y limitábamos mucho su uso en determinadas razas y en animales menores de 10 kilos de peso.
La vacuna que aparece ahora en el mercado “Letifend” es una vacuna basada en la obtención de una proteína recombinante que posee tres fracciones antigénicas del parasito de la leishmania. Esto quiere decir que, se extraen por modificación génica tres genes del ADN de la leishmania y se sintetiza una proteína nueva con estas tres fracciones que es la que se inocula al parasito.
Con este procedimiento no se introduce ningún fragmento de leishmania ni de parásitos muertos o modificados en el perro y disminuye así los efectos secundarios derivados de su aplicación. Además al ser una proteína nueva no interfiere en la detección de la enfermedad, anteriormente cuando vacunábamos a un perro y al cabo de un tiempo realizábamos un test para detectar la leishmania podía pasar que lo que detectáramos fueran anticuerpos contra la vacuna y no contra la enfermedad por lo que los veterinarios teníamos un problema al diagnosticar si un perro padecía o no la enfermedad.
Con la nueva vacuna no existe una interferencia y si vacunamos a un perro con Letifend y realizamos un test en algún momento del año de efectividad de la vacuna un resultado positivo nunca Serra producido por la vacuna.
En conclusión los beneficios de esta nueva vacuna son:
· Ninguno de los casi ochocientos perros en los que ha sido probada la vacuna desarrolló ningún efecto secundario importante, solo en un caso una ligera irritación en el punto de inoculación.
· La vacuna tiene una eficacia de un 72% en la prevención del contagio y desarrollo de la enfermedad.
· Aunque la vacuna tiene una eficacia de un 72%, los animales que estaban vacunados y desarrollaron la enfermedad, en todos casos los síntomas que presentaron fueron muy muy inferiores a los no vacunados
· La revacunación de un perro que padece la leishmaniasis con la vacuna Letifend, en ningún caso empeoro la evolución de la enfermedad. Esto es importante porque algunas veces puede quedar la duda de si estamos seguros al 100% de que el perro esta libre de leishmania en el momento de la vacunación
· Una sola dosis de la vacuna genera una protección adecuada contra el contagio a los 28 días de la aplicación. Con la vacuna anterior, cuando se aplicaba la primera vez eran necesarias 3 dosis y la inmunidad total se adquiría a los tres meses de haber comenzado con la vacunación.
· Se debe de vacunar a los animales a partir de los 6 meses de vida.
· La revacunación contra la enfermedad debe ser anual.
· Debe separarse la vacunación con Letifend dos semanas de el resto de las vacunas de el perro, si bien no produce efectos adversos si puede disminuir la respuesta inmune que se debe producir después de la vacunación.
· Deberían de combinarse la vacunación de los perros con la aplicación de productos repelentes de mosquitos. Los estudios de campo fueron realizados en animales que no llevaban ninguna protección contra mosquitos, es lógico pensar que si disminuimos la cantidad de perros que pican al perro la eficacia global de la vacuna subirá mucho.